sábado, 31 de diciembre de 2011

El negocio de ser madre, el negocio de ser padre

Creo que me estoy haciendo demasiado viejo para estos tiempos que vivimos. Estoy empezando a plantearme muy seriamente la utilidad de mi discurso. Un discurso propio de alguien anticuado, carca, pasao de página. 

Definitivamente el siglo XXI se me está haciendo muy cuesta arriba y estoy por dar la razón a aquellos que me acusan de pertenecer al siglo XIX. O al Paleolitico Superior, que también los hay.

Soy cualquier cosa menos moderno, no hablemos ya de progresista, algo que en los últimos 35 años ha evolucionado a una velocidad que a mi se me hace vertiginosa. Y es que la educación hace mucho en todo esto. Y la costumbre. Somos sin duda alguna animales de costumbres. Buena o mala, una costumbre, un hábito, una vez adquirido cuesta muchísimo deshacerse de él. No digamos ya la perspectiva filosófica de la vida que a partir de ciertas edades cuesta muchisimo cambiar. No les quiero ni contar la enorme dificultad con que afronté los avances tecnológicos. Todavía no me acabo de creer que a estas alturas de mi vida sea capaz de usar un equipo informático, publicar un blog o twittear desde una tableta.

Casi estoy por cambiar a una mentalidad más abierta tal y como muchos me recomiendan. Ya saben, teñirme mis abundantes canas o quizá dejarme el pelo largo y  atarlo en una coleta. Y ya puestos dejarme una larga y descuidada barba. Unos pantalones vaqueros desgastados, unos carapijos , una camisa de franela un pañuelo palestino y un tono complaciente y condescendiente ante la primera ocurrencia de moda y ya estaría preparado para sentirme a gusto en una asamblea de barrio de perroflautas  o similar o semejante, que no es lo mismo aunque lo parezca.

Es por eso, porque soy un anticuado y un pasao de página por lo que me cuesta entender muchos conceptos actuales. Por ejemplo, el de la maternidad. 

Fui educado en la  importancia de la maternidad y en el respeto casi reverente que debiamos tener todos ante un hecho tan importante como es la maternidad. En mi época , cuando era niño, cuando una mujer embarazada subía al tranvía ( sí, soy de la época de cuando había tranvías, y no solo en La Coruña) nos levantabamos raudos y veloces a cederle nuestro asiento. Y si no eramos lo suficientemente veloces por la distracción propia de nuestra edad siempre había un adulto ( o adulta) que nos apremiaba en el cumplimiento de nuestro deber.

En la escuela el día de la madre ( entonces había un "día de la madre" de verdad ) se dedicaba a ensalzar el valor de la maternidad y el reverencial respeto que debiamos tener a nuestras progenitoras y a todas las progenitoras del mundo entero. Poniamos todo nuestro empeño en elaborar la más bonitas tarjetas de felicitación con lápices de colores, bellisimos dibujos y frases que saliesen del interior de nuestros corazoncitos para hacer sentir un poquito mejor a nuestras laboriosas y esforzadas  madres. Éstas valoraban muchisimo nuestro empeño y guardaban durante años y hasta su muerte estas candidas estampas en una carpetita de cartón hasta el día que se morían.

Las cosas han cambiado desde entonces. Ahora tenemos un serio problema por la legión de chiquillos que directamente levantan la mano a sus madres. Cierto es que hoy a cualquier cosa la llamamos madre. 

Y digo que hoy en día llamamos madre a cualquier cosa porque es ya una reivindicación , un principio innegociable el inalienable derecho de los homosexuales a la contratación de eso que llaman vientres de alquiler y que, en mi anticuada opinión, no es más sino un signo de la más vil explotación a la que puede ser sometida una mujer. Porque, es cierto, se nos llena la boca hablando de los derechos de la mujer. En los tiempos que corren la dignidad de la mujer se resume en ser muy iguales a los hombres y en decidir por ellas mismas la mayor de las atrocidades. 

Pero no, hoy no les voy a hablar del aborto. Al grito de "nosotras parimos, nosotras decidimos" el feminismo actual está por la labor de promover el alquiler de los cuerpos de las mujeres, libres ellas de pactar con justiprecio de por medio , quedar bién preñadas de un desconocido  y que los hijos que habidos de ese, digamos, NEGOCIO  serán entregados a ese mismo desconocido, o a su novio , homosexual o no, y sin haber mediado si quiera eso que la gente honrada llamamos un vulgar y torpe polvo. Porque ya no se trata de defender elevados y románticos ideales . Hablamos de dinero. Del bussiness, el júrdox, la pasta, el money, la plata o la lana dependiendo el vil calificativo del uso linguistico que queramos darle.

¡ El vil metal !

Nada de tarjetones de hijos que guardar ni nada que se le parezca.

Por eso hacía referencia en mi post anterior en  la desvergüenza con que estos colectivos que dicen defender los derechos fundamentales ( fundamentalistas, en realidad) e inalienables de los gays, lesbianas, transexuales, bisexuales y trisexuales se empeñan en introducir con calzador y  con mucha vaselina  una práctica espantosa que no puede sino suponer el mayor ataque a la dignidad de la mujer y la perversión más horrenda del concepto de maternidad.

Claro que a estas asociaciones homosexualistas les importa un comino. Pasan por encima de quien sea y de lo que sea con tal de hacer posible aquello que la naturaleza les ha negado. Pasan, ( o mejor dicho, intentan pasar) por encima de las leyes españolas, de la decencia que debe cultivar una sociedad sana  y de los magistrados que emiten resoluciones para decirles a esos desalmados que en España es ilegal prostituir los vientres de las mujeres.


Como de costumbre y para remover la conciencia de los más duros de corazón les dejo un video para la reflexión. Muestra el desprecio hacia las madres de alquiler y el inhumano mercadeo de vientres y niños.

Aviso: no apto para estómagos sensibles. Vea este video bajo su exclusiva responsabilidad. La visualización de este video puede provocarle vértigo, náuseas, cefalea, "homofobia"  y pérdida temporal o definitiva de cualquier sentimiento o pensamiento "progresista". Proteja a sus hijos del contenido de este video: corren el peligro de despertar su conciencia y adquirir sentimientos de honestidad y solidaridad hacia sus semejantes.





viernes, 30 de diciembre de 2011

Colectivo de lesbianas y gays ( COLEGAS) acusan a jueces de homofobia.

El adjetivo de "homófobo" se extiende como una plaga entre los colectivos de defensa de derechos de los gays y lesbianas. 


Cualquier cosa que a estos señores les parezca mal lleva inevitablemente puesta la etiqueta de "homofobia" y como no podia ser menos han llegado a la desfachatez de ponerselo a los magistrados que componen la Audiencia provincial de Valencia que ha promovido la anulación de la inscripción registral de unos gemelos "adquiridos" por una pareja de chicos mediante la fórmula de "vientre de alquiler"  que está tan de moda en los Estados Unidos y que,  no obstante, es ilegal en España.   


No voy a entrar en si dicha sentencia se ajusta o no a derecho porque ni la conozco en profundidad  ni dispongo de los conocimientos jurídicos necesarios para opinar al respecto. Lo que sí puedo es analizar la crítica que el colectivo "COLEGAS" ha hecho de la misma.

1.- Han calificado de homófobos a los magistrados que han dictado dicha resolución. Esto parece significar que estos magistrados han actuado , no conforme a derecho, sino a un supuesto miedo o aversión hacia los homosexuales.

2.- Han calificado la resolución de "vendetta judicial", o sea, una especie de venganza hacia los homosexuales, sin explicar los motivos por los que llegan a tan absurda conclusión.

3.- Han acusado a los magistrados de "amedrentar con una sentencia ejemplarmente vengativa que roza lo doloso, al conjunto de matrimonios homosexuales para que no utilicen esta vía y así no puedan gozar en plenitud de la paternidad natural que puede ofrecer."

Todas estas acusaciones a mi me suenan una imputación a estos magistrados de un presunto delito de prevaricación. Esto es, emitir una resolución injusta, sabiendo que lo es.

No contentos con estas lindezas , los representantes de este colectivo se han quedado tan anchos y han llegado a instar " al CONSEJO GENERAL DEL PODER JUDICIAL así como al propio magistrado presidente del órgano de los jueces Valencianos a que proceda, sin dilación, al análisis de la sentencia"

Pienso que ya va siendo hora de que los poderes públicos, y en este caso el poder judicial, paren los pies a un colectivo que se pasea por nuestro país lanzando de forma tan gratuita acusaciones gravísimas y nada menos que a unos magistrados cuya profesionalidad e independencia se les ha de suponer.

Pueden ver el artículo completo en la web del colectivo de defensa de lesbianas y gays "COLEGAS" integro en este enlace:

http://www.colegaweb.org/index.php/noticias-colegas-noticias-144/4749-colegas-denuncia-la-paradoja-judicial-que-condena-a-ser-apatridas-gemelos-hijos-matrimonio-homosexual-valenciano

Como siempre, les dejo un video para la reflexión. Esta vez de Shangay Lily haciendo méritos en la televisión para que no le vuelvan a llamar. Por irreflexivo y maleducado.



jueves, 29 de diciembre de 2011

Un poco de cordura.

Es siempre una satisfacción encontrar un poco de cordura en medio de un océano de necedad. Habitualmente nos podemos encontrar a personas sumamente aleccionadas y adoctrinadas en medio de una sociedad donde el pensamiento crítico ha dado paso al pensamiento colectivo. Masas bien definidas y convenientemente alineadas se suman a campañas "a favor "y " en contra de" cualquier causa sin pararse ni un minuto a analizar lo que se defiende.

El video que les pongo a continuación es uno de esos ejemplos. Les invito a verlo porque se trata de un homosexualista coherente con sus ideas y firmemente comprometido con la defensa de los derechos y libertades fundamentales. Para él, desde la discrepancia, todos mis respetos.


miércoles, 28 de diciembre de 2011

La homosexualidad a exámen.



Ya sé que los homosexuales y simpatizantes que vean este video me llamarán homófobo, pero supongo que esto va de oficio cuando a los necios se les intenta mostrar la realidad. Es lo único que saldrá de sus labios, "homófobo", como si saltara un resorte automático que se activa invariablemente cada vez que alguien ( quien sea) se atreva a cuestionar su doctrina, su dogma.

No obstante el video merece la pena. Aquí se lo dejo, por gentileza del canal  de www.yoinfluyo.com. (sí, tambien se que a ese portal lo calificarán de "cristofascista" pero ellos tambien saben que va de oficio).

El curriculum del conferenciante es todo un lujo:

Se licenció en Medicina por la Universidad de Granada en 1968 y en Psicología Clínica por la Complutense se Madrid en 1971, doctorándose en Medicina en la Universidad de Sevilla, ese mismo año. En 1974 se licenció en Filosofía por la Universidad de Navarra. Ha ampliado sus estudios en diversas universidades europeas y americanas. Desde 1978 hasta 2004, fue Catedrático de Psicopatología en la Universidad Complutense de Madrid. 

Autor de numerosos artículos y libros sobre su especialidad, trata preferentemente los problemas psicológicos infantiles y juveniles así como los familiares. Es miembro de academias de medicina de varias ciudades españolas, colaborador de multitud de organismos, y merecedor de numerosas distinciones.



El pensamiento unico.

Debatiendo en las redes sociales con los colectivos de homosexuales y con aquellos que se sienten identificados aparece, mucho antes de conseguir entrar en el fondo del debate, un escollo o dificultad que de manera que se diria automática salta como un resorte que pone punto y final al diálogo. Me estoy refiriendo al calificativo de "homófobo" que mis interlocutores sueltan sin atenerse a razón alguna y sin admitir debate de ningún tipo.

Sostienen, por ejemplo, que el acceso de los homosexuales al matrimonio en igualdad de condiciones es un derecho adquirido, un derecho inalienable, fundamental diríase, al que tiene que plegarse la sociedad entera porque sí, porque ellos lo valen o porque les ha sido revelado Dios sabe por quien, cómo  y porqué.


- Si te muestras crítico con el matrimonio homosexual eres un homófobo.

- Si te opones a la adopción de menores por individuos homosexuales, sean estos solteros o tengan pareja, eres un  homófobo.

- Si te opones a la quema indiscriminada de libros, siempre y cuando éstos contradigan las tesis homosexualistas, eres igualmente un homófobo.

No importa que, en realidad, "homofobia" signifique odio hacia los homosexuales ( si te opones a que puedan adoptar niños ellos entenderán inevitablemente que es porque les odias). No importa que defiendas el respeto , la integridad y la libertad de las personas, con independencia de su orientación sexual porque para ellos eso no es suficiente.

Se impone un pensamiento único, doctrinal y  dogmático que nos envía el mensaje de que la práctica sexual privada, íntima de un ciudadano genera derechos, algo que no tiene precedente en toda la historia de la humanidad. Así, si sale al mercado un libro que considera la homosexualidad como una enfermedad intentarán por todos los medios que ese libro no se pueda vender y que ningún ciudadano lo pueda comprar. No se tomarán la molestia de argumentar en su contra porque en el fondo saben que la batalla de la razón la tienen perdida de antemano. Tienen, a fin de cuentas, miedo a que se demuestre que su orientación sexual no es tan normal como ellos dicen.

Esa falta de contraste con lo que dicen y defienden, esa renuncia a plegar sus proposiciones a la razón, esa estigmatización que hacen por principio a quienes cuestionamos su modo de ver las cosas convierten a los defensores del homosexualismo en un grupo social peligroso que no tiene inconveniente en imponer al resto de la sociedad su pensamiento filosófico, limitando y anulando por completo la libertad de expresión, el libre debate y el flujo de pensamientos e ideas. Algo, por lo que muchos hemos venido luchando desde hace ya muchos años.

Como de costumbre, y acompañando a este artículo, les dejo un video para la reflexión. En esta ocasión la película completa "Gran Hermano" basada en la novela de George Orwell en la que se nos advierte sobre los peligros de la renuncia de la razón y la acaparación del pensamiento por el poder.


martes, 27 de diciembre de 2011

Defendiendo valores democráticos.

Un servidor de ustedes , que ya tiene cierta edad y el culo negro del humo de mil batallas, se revuelve en su asiento cada vez que ve peligrar todas y cada una de esas libertades y derechos que con la sangre y el sufrimiento de nuestros mayores conseguimos instaurar en España en los años 70.

Y es que hubo un tiempo en este país en el que los ciudadanos no teniamos ni siquiera la libertad de leer lo que nos viniese en gana. Existía todo un elenco de obras literarias que, sencillamente, estaban prohibidas. Tanto su edición, impresión como su lectura. Llevar encima un ejemplar de "El Capital" de Carlos Marx podia suponer un problema si la policía político social o alguno de sus chivatos se daban cuenta.

Recien estrenada la democracia muchos de los que habiamos corrido delante de los grises enunciabamos - ilusos- aquella definición simple de que "democracia es un sistema de gobierno que permite al ciudadano leer el libro que le venga en gana". Hoy, 35 años después, nos vemos otra vez obligados por las circunstancias a salir a la calle y defender nuestros derechos más elementales.

No es, en esta ocasión, un régimen dictatorial el que nos impide la lectura de cualquier libro sino aquellos que, creyendose especiales por un malentendido derecho a ser considerados especiales y dignos de protección ( más bién sobreprotección) pretenden pasar por encima de los demás para imponer una ideología más que cuestionable.

Tal es el caso del escándalo armado en el día de hoy por el lobby homosexualista que ha llevado a El Corte Inglés a retirar de sus estanterías todos los ejemplares del libro de Richard Cohen intitulado "Comprender y sanar la homosexualidad".

No voy a entrar en si el libro es bueno, malo, beneficioso o perjudicial para sus lectores. A los efectos de este artículo me son indiferentes. Tampoco voy a entrar en estériles polémicas sobre si la homosexualidad es una enfermedad o una "opción de libre disposición personal" , absurdo disparate que algunos se empeñan en repetir sin ni siquiera haberlo entendido, porque tampoco soy sicólogo. De hecho, ni siquiera he leido el libro aunque también es cierto que estos defensores de la diversidad homosexualista han conseguido que no pueda leerlo, esté interesado o no.

Lo fundamental, lo susbstancial del asunto, a mi modo de ver, es que un grupusculo minoritario del entramado homosexualista español ha conseguido censurar una obra literaria e impedido el libre acceso de los ciudadanos a los contenidos literarios que sean de su gusto o agrado. Para que nos hagamos una idea del tipo de problema al que nos enfrentamos podemos decir que de aquí en adelante la llamada comunidad gay ejercerá sobre editoriales y distribuidores una constante presión para que aquellas obras literarias que no sean de su agrado no salgan a la luz. Y ello, pese a que dichas producciones literarias sean o puedan ser del interés de decenas o tal vez centenares de miles de ciudadanos a los que se nos impide el derecho al acceso a  la cultura.

Hoy por hoy todas esas asociaciones que dicen defender unos supuestos derechos de lesbianas, homosexuales, transexuales, bisexuales y trisexuales a ser "iguales" que los demás se han convertido en un peligro a la libertad de expresión, la libertad de acceso a la cultura, pretendiendo monopolizar el acceso a los contenidos culturales imponiendo , no la diversidad, sino su diversidad.

Es hora pues, de volver a salir a la calle a reivindicar nuestras libertades y derechos más elementales y proteger a la sociedad de aquellos que pretenden socavar sus valores, la convivencia pacífica, el respeto a la pluralidad, la tolerancia y la democracia.

Como siempre, les dejo un video al final de mi post, para la reflexión.




jueves, 22 de diciembre de 2011

12 argumentos racionales en contra del matrimonio homosexual




Dentro del argumentario en contra de los intentos de transformación social que pretende introducir el igualitarismo, la "universalidad" de derechos", el lenguaje inclusivo, el aborto y el matrimonio homosexual, reproduzco uno de los argumentarios más completos y sencillos al respecto que me gustaría compartir con todos vosotros.




DOCE ARGUMENTOS RACIONALES EN CONTRA DEL MATRIMONIO HOMOSEXUAL



Los homosexuales, actualmente, ya se pueden casar en cualquier país

Los homosexuales pueden casarse igual que cualquier otro, con los mismos derechos y obligaciones que los heterosexuales. Es decir, sólo con otra persona y sólo del sexo opuesto y que tenga cierta edad y dé su consentimiento. Que un homosexual se queje de discriminación porque no le dejan casarse con alguien del mismo sexo es como si un polígamo se queja de discriminación porque no le dejan casarse con varias mujeres, o un pederasta con un niño, o un secuestrador con su secuestrada (en muchos países aún se practica el secuestro de mujeres para casarse). No hay discriminación con ninguno: la ley es igual para todos y la sociedad tiene un modelo de matrimonio que ha demostrado su eficacia durante siglos.


Casar homosexuales es un experimento social inédito
        Casar personas del mismo sexo es un experimento social que nunca antes se ha intentado. Ninguna civilización ha practicado jamás el matrimonio homosexual. Incluso sociedades que permitían la homosexualidad y hasta la fomentaban en ciertas edades y clases sociales, como los griegos antiguos, entendían claramente el matrimonio como la unión estable entre un hombre y una mujer abiertos a tener hijos. Una cosa eran las prácticas sexuales de los ciudadanos y otra muy distinta la familia y la generación/educación de hijos. La homosexualidad ha adoptado muchas formas en distintas sociedades, pero nunca se le ha relacionado con el matrimonio. Experimentar con la sociedad es irresponsable y peligroso. Como dice la prudencia popular, los experimentos, mejor en casa y con gaseosa.

Sólo un hombre con una mujer generan niños y los crían de forma idónea
        El matrimonio es un status especial que la sociedad reconoce a la unión comprometida entre un hombre y una mujer por una razón: porque su relación corporal es la única capaz de generar nuevos miembros de la especie humana y porque su relación interpersonal es la idónea para criarlos, protegerlos y educarlos. Este servicio es tan importante y benéfico para la sociedad que merece protección legal. Por el contrario, ningún acto corporal entre homosexuales puede generar nuevos seres humanos, y tampoco dos personas del mismo sexo son idóneas para la cría y educación de los niños, que carecerían de referente paterno/masculino (si son dos lesbianas) o materno/femenino (si son dos homosexuales). Son los homosexuales los que deben cargar con el peso de la prueba y demostrar que pueden cumplir las mismas funciones que el matrimonio.

Para evitar abusos contra/entre homosexuales o desamparo legal no hace falta aprobar el matrimonio homosexual
        
Casi todos los beneficios de un matrimonio a nivel de herencias, transmisión de bienes, propiedades compartidas, etc... pueden regularlo dos (o más) personas con acuerdos legales ante notario, independientemente de que tengan relaciones sexuales. De hecho, las pocas parejas homosexuales realmente interesadas en estos temas ya han establecido acuerdos así ante notario. Es de destacar que en el contrato matrimonial hay limitaciones, por ejemplo, los cónyuges se comprometen a ser fieles el uno al otro y a la ayuda mutua; en cambio, dos (o más) homosexuales o un grupo de amigos que viven juntos pueden, ante notario, regular muchas de las ventajas del matrimonio sin comprometerse ni a fidelidad ni a ayuda mutua.

Legalizar el matrimonio homosexual establece un agravio comparativo con las personas que viven juntas sin relaciones sexuales
        Dos ancianas que viven juntas, tres hermanos en una casa, cuatro amigos que comparten piso desde hace seis años... Tienen una relación con afectividad, compromiso y convivencia, igual que puedan tener dos homosexuales. Sin embargo, se ven privadas de las ventajas legales del matrimonio gay porque no practican sexo entre ellos. El matrimonio gay en realidad premia a los practicantes de cierto tipo de sexo, privilegiándoles sobre otras convivencias afectivas y estables. Es evidente la diferencia con el matrimonio verdadero, que premia la complementariedad hombremujer estable y abierta a la generación y crianza de los hijos.

Legalizar el matrimonio homosexual establece un agravio comparativo con los polígamos... y con cualquier otra combinación numérica
        Al contrario que el matrimonio homosexual, que nunca ha sido aceptado por ninguna civilización, la poligamia tiene una larga tradición en numerosos países y sociedades, incluso en nuestros días. Si casamos a dos hombres, ¿con qué argumentos impediremos a nuestros ciudadanos islámicos o de origen subsahariano que no se casen con dos o más mujeres? ¿Puede un emigrante pedir por reagrupación familiar que vengan sus tres esposas? Al menos, las uniones polígamas tradicionales tienen hijos y suelen ser estables, lo cual es un bien social. ¿Con qué argumento los defensores del matrimonio gay lo impedirían? Después de todo, “si se quieren...”

        Pero lo cierto es que en los ambientes homosexuales lo que ya se pide es la aprobación de la poligamia bisexual. Un famoso escritor lo ejemplificaba en un número de la revista homosexualista Zero: un amigo suyo está casado con una mujer, madre de sus hijos, y la quiere; pero es homosexual, y tiene una relación con un hombre. ¿Por qué esconderlo? ¿Por qué no casarse todos entre ellos? Así, los niños tendrían dos papás, que siempre es mejor que uno. Cuando el matrimonio deja de ser lo que naturalmente se ve (un hombre y una mujer unidos en un acto de amor que puede generar nuevas vidas –el coito natural está diseñado para uno con una, nadie más–, entonces puede redefinirse para ser cualquier cosa. Una palabra que sirve para todo ya no sirve para nada.

Legalizar el matrimonio gay debilita la fortaleza del matrimonio natural, igual que la moneda falsa debilita la moneda verdadera
        Muchas personas piensan que no les afecta en nada que los homosexuales se casen. Es lo mismo que pensar: “no me afecta en nada que haya gente que haga circular falsos billetes de 100 euros, yo soy honrado y no los usaría, de hecho casi nunca veo billetes de 100 euros”. Sin embargo, es evidente que la circulación de moneda falsa nos afecta a todos, porque se pierde confianza en esa moneda, la gente la usa con reticencias, prefiere usar otras monedas (dólares, por ejemplo) o no comerciar o no aceptar ciertos billetes y al final la economía de todos se resiente porque todo es más costoso. Lo mismo pasa cuando se hace circular un matrimonio falso como si fuese matrimonio real.

        En los países nórdicos, donde el matrimonio entre homosexuales hace años que existe, la mitad de los niños nacen fuera del matrimonio. Al aprobar el matrimonio homosexual se da el mensaje a la sociedad de que en realidad casarse no significa nada (mensaje reforzado en cualquier país donde exista el divorcio). Como consecuencia la gente no se casa y su compromiso (de pareja y a menudo social) es débil. Igual que la moneda falsa crea desconfianza en el sistema económico, el matrimonio falso crea desconfianza en el compromiso interpersonal y social. Una sociedad basada en la desconfianza, la desvinculación y la falta de compromiso nunca funcionará tan bien como una basada en familias fuertes, comprometidas de por vida por el bienestar de los cónyuges, hijos y parientes.


En realidad, pocos homosexuales se casan; el objetivo del movimiento gay es destruir el matrimonio heterosexual


        Lo han reconocido muchas veces los líderes homosexuales en España y en el resto del mundo. En realidad muy pocos de ellos quieren “casarse”. Pero el movimiento del homosexualismo político se vuelca en la exigencia del matrimonio para cambiar la sociedad y eliminar una institución (el matrimonio monógamo y de por vida) en la que no creen.

        “Luchar por el matrimonio del mismo sexo y sus beneficios y entonces, una vez garantizado, redefinir la institución del matrimonio completamente, pedir el derecho de casarse no como una forma de adherirse a los códigos morales de la sociedad sino de desbancar un mito y alterar radicalmente una institución arcaica. [...] La acción más subversiva que pueden emprender los gays y lesbianas [...] es transformar por completo la noción de familia” [Michael Signorile, activista homosexual y escritor, citado en Crisis Magazine, 8 de enero de 2004]

        El activismo homosexual no quiere formar “familias como las demás”. Más bien, quiere llegar a que todas las familias sean como las suyas, para lo cual la clave es desmontar concepto arcaicos y caducos como fidelidad, monogamia, compromiso, fecundidad, paternidad/maternidad, etc...

Legalizar el matrimonio homosexual significa legalizar la entrega de niños a homosexuales
        Hay gente que dice “yo veo bien que los gays se casen pero no que adopten niños”. Es un error pensar que se va a legalizar el matrimonio sin la adopión: si se legaliza el matrimonio incluirá siempre la adopción. Quien apoye una cosa estará apoyando, quiera o no, la otra. Aunque algunas lesbianas tienen hijos de anteriores relaciones o los han buscado (mediante inseminación artificial o con la cooperación de un hombre) la adopción se plantea para que los homosexuales que, obviamente, no tienen niños, accedan a la educación de niños que, obviamente, eran de parejas heterosexuales.

        La adopción de homosexuales tiene diversas desventajas para la sociedad que la permita, empezando por que la escasez de niños hace que se traigan de China, Rusia y otros países... que no van a dar niños a países donde los homosexuales adopten. Así, el deseo de una minoría ínfima va a dificultar a miles de matrimonios que quieren adoptar. Pero el punto clave es que un niño tiene derecho a un padre y una madre, derecho conculcado si se le entrega a dos hombres o a dos mujeres.

Legalizar el matrimonio homosexual significa poner toda la maquinaria educativa y mediática del Estado al servicio del homosexualismo político
        Si el matrimonio gay es legal, se enseñará en las escuelas. Los libros de texto de los niños explicarán la doctrina que las asociaciones homosexualistas hayan indicado: que la homosexualidad es normal, que es bueno tener dos papás y dos mamás, que los niños deben experimentar con su sexualidad para descubrir qué sexo les atrae más y que las personas que se oponen a la homosexualidad (como los papás de los niños cristianos) son intolerantes. Por supuesto, cada serie de televisión tendrá su pareja de homosexuales o lesbianas con niños, conviviendo felices para ejemplo y edificación de tantos matrimonios con problemas. De hecho, hay en España centros de scouts y de ocio infantil que activamente difunden ya esta ideología.


Legalizar el matrimonio homosexual implicará a medio plazo multas y penas de cárcel para quien critique la actividad homosexual
        En Suecia, donde hay uniones gay desde 1995 con adopción de niños desde 2002, se decretó pena de cárcel para un pastor pentecostal que básicamente se limitaba a predicar las palabras de San Pablo sobre la homosexualidad. Otro país donde criticar la homosexualidad ha significado multas y juicios es Canadá. El grado de respetabilidad de la relación gay (no ya de la persona, que obviamente es merecedora de respeto simplemente por ser persona) será extremo y su crítica punible. La libertad de expresión se verá recortada y probablemente también la libertad religiosa.

Legalizando el matrimonio homosexual, España ensanchará su abismo con otras civilizaciones y la propia cultura occidental
        La mayoría de los musulmanes del mundo conocen poco de Occidente y de su democracia. Lo que conocen es básicamente lo peor: que producimos pornografía, que la exportamos en grandes cantidades, que –a sus ojos– nuestras mujeres visten impúdicamente, y que estas mismas mujeres, cuando se les da un cargo en una prisión (ver Abu Ghraib en Irak), vejan, humillan, desnudan y filman pornografía con los prisioneros y la hacen circular. Algo parecido piensan en la China comunista, incluso en las masas populares de la democrática y anglohablante India. Tiranos y fundamentalistas islámicos o comunistas señalan con razón estos y otros elementos para justificar en sus países que “lo que los occidentales llaman democracia es vicio y degeneración”.

        Casar homosexuales y destruir la familia no va a ayudar nada al diálogo OrienteOccidente ni a mostrar las bondades de la democracia. Llamar “derechos humanos” al matrimonio homosexual va a servir para erosionar los verdaderos derechos humanos, para que el mundo no Occidental vea que Occidente impone una moral (o una inmoralidad, desde su punto de vista) no basada en la naturaleza común del ser humano sino en el individualismo, el materialismo y el hedonismo. Millones de musulmanes y de chinos (y la autoridad moral de Occidente) van a ser perjudicados por esta piedra en el camino de extender una auténtica democracia y unos derechos humanos auténticos.

        Hay pues muchas razones perfectamente prácticas para que una sociedad responsable diga "no" al matrimonio entre homosexuales desde el respeto a estas personas.

Extraido de:

http://www.fluvium.org/textos/sexualidad/sex76.htm

Les dejo un video que deja en evidencia el disparate del matrimonio homosexual y sus consecuencias:


miércoles, 21 de diciembre de 2011

La paz imposible.

Hace 20 años todos los vascos teníamos muy claro que el fin de ETA vendría irremediablemente de la mano de negociaciones política entre la banda terrorista y el estado español.

Hace 20 años - y menos- cuando un político español - o vasco-  hablaba de solución policial al terrorismo de ETA era una constatación de que la organización terrorista apretaba mucho y negociaba poco.

Hace 20 años  la violencia en el País Vasco y en el estado español alcanzaban unas cotas verdaderamente preocupantes que hacían peligrar muy seriamente la estabilidad política que tanto trabajo había costado traer, por  una vez, a España.

Nadie sabe hoy en día cuantos infiltrados tienen los servicios de información españoles y franceses en la banda terrorista ETA ( dicen "mis fuentes" que más de cinco y menos de diez, pero a lo peor se equivocan)  ni tampoco quien en su cúpula dirigente es un topo del estado español ( el sueño de los servicios secretos españoles desde los años 70 hecho realidad, al fin  ). Lo que sí todos tenemos claro es que las FF y CC de seguridad del estado saben en todo momento donde están y quienes son los señores de la bombas. Con nombres, apellidos, direcciones, teléfonos móviles, localizaciones de zulos ( todos), talleres, contactos,  empresas fantasma, cuentas bancarias, cuentas de correo electrónicas debidamente hackeadas, y un larguísimo etcétera de información que permiten , a día de hoy, detener al 100 % de la militancia etarra con hacer una sola llamada de teléfono desde un despacho de la Moncloa.

No queda, pues, sino la rendición y ya puestos en el empeño estos señores de la guerra, hijos de Túbal y nietísimos de Caín ,  estos gudaris de la patria vasca van a intentar gestionar esa rendición como mejor puedan y sepan, que no es poco. No es mucho lo que tienen que poner encima de la mesa. Se han quedado casi sin cartas que jugar y saben que esta es la última  mano de la partida. Pero en los estertores de esta banda armada hay cosas que tienen que negociar con el estado español y otras que tienen que negociar con la República Francesa. Eso en el supuesto que Francia esté dispuesta a negociar con ETA lo que nunca dialogó ni con los terroristas bretones ni con los corsos, que es nada.

Es una constante en las organizaciones totalitarias y fundamentalistas  ( y ETA lo es ) caer en el error de creer que las democracias son en sí mismas estructuras débiles a las que chantajear a cuenta de mucho ruido y un puñado de muertos. Lo cierto es que puestos a asestar un golpe a sus enemigos las democracias occidentales no han mostrado nunca la menor de las piedades. Ya se trate de un Hitler, de un Saddam Husseim o de un Gadafi, llegado el  momento no tendrán inconveniente en eliminar de un plumazo quien hubiera osado cuestionar un democrático liderazgo. Es por ello que si bién podemos creer que el nuevo gobierno del PP con su mayoría absoluta puede caer en la tentación de ofrecer una salida digna a los etarras, no es menos cierto que Francia , en cuyas cárceles se pudren no pocos "gudaris" vascos , no tiene nada que ganar y sí mucho que perder indultando presos vascos.

A mi me da que las negociaciones se emprenderán - mas temprano que tarde- y solo para hacer comprender a ETA que les están mareando la perdiz. Por aquello, más que nada de quedar bien ante la audiencia.  Y si no, tiempo al tiempo.

De momento y como muestra hemos asistido a un debate de investidura en el Congreso en el que a ETA y Amaiur se le hacía el más estruendoso de los ninguneos por todas las fuerzas políticas representadas en el hemiciclo lo que nos da una idea de por donde van los tiros.

Y  mientras meditan sobre todo esto les dejo un animado video de las fiesta de Motrico, para que luego digan que los vascos y las vascas no son ( somos, quizás, por lo que me toca) gente sana, alegre y feliz.



Se llamaba Federico

Se llamaba ( y supongo que seguirá llamandose) Federico y a sus 15 años de edad presentaba un aspecto de chico alto, pelirrojo y con una tez extremadamente blanquecina. Tenía en aquellos años pluma, mucha pluma que se suele decir, motivo suficiente para los chicos de su clase viensen en ese amaneramiento la perfecta excusa para practicar eso que ahora está tan de moda y que llamamos bullyng. No iba a mi clase pero durante los 3 años que compartimos colegio nunca dejó de sorprenderme el grado  de acoso al que todo el mundo le sometía. Debió ser para él un autentico infierno,

Tampoco le ayudaba mucho el hecho de que, al ser perseguido por una multitud que, al grito de "¡ todos a por el maricón !" pretendía apalizarle, el intentase escapar cual gacela  de una manada de lobo al más puro estilo de  aquellos reportajes de Felix Rodriguez de la Fuente que hacían furor. Cuando le atrapaban , que no era siempre, empezaba una sucesión de chillidos y afeminados gritos que no conseguían sino el efecto opuesto al pretendido, cual era suscitar la compasión de sus captores. Al contrario, estos chillidos de fémina aumentaban el interés por el espectáculo de aquellos jovencísimos escolares.

Ya en aquellos años no sentía interés alguno en formar parte de una jauría de borregos que se distratían con este tipo de espectáculos. Era cuestión de educación y también de carácter, supongo.

Años más tarde de veinteañeros coincidí en una ocasión con Federico en los baños de una estación de autobuses. Tomamos juntos el autobús y mantuvimos una charla sosegada que me ayudo a conocer un poco mejor a este personaje.

Escribo todo esto porque entiendo que para muchos homosexuales españoles, ya de cierta edad, su adolescencia debió transcurrir como un purgatorio en la tierra. Tiempos en los que "maricón" o "marica" eran los adjetivos más suaves que se empleaban contra estos personajes solitarios, taciturnos y terriblemente desdichados. ¡ Todos a por el maricón! es , con toda seguridad el grito más temido por un homosexual de los de aquella época.

Hacía ya muchisimo tiempo que no oia a nadie proferir esa frase y fue por eso que me sorprendió mucho leer en el blog de Enrique Hinojosa - Shangay Lily- en el diario Público lanzar ese anatema, esa amenaza contra un hombre sencillo y anónimo que, en una encuesta a pie de urna fue preguntado por quien había votado. Que hubiera votado por el PP y que además fuera gay fueron motivos más que suficientes para que Miss Shangay Lily lanzase toda una campaña de linchamiento moral público contra un ciudadano al que ni siquiera conocía.

No conozco al detalle la trayectoria de Enrique Hinojosa Vázquez ( Shangay Lily) durante sus años de adolescencia y juventud aunque me lo puedo imaginar. Educado en un entorno religioso, tradicionalista y conservador no es difícil adivinar la hostilidad de la que se vio rodeado. Por su edad perteneció a esa época donde linchar o apalizar a un homosexual era costumbre frecuente y muy celebrada. Tal vez en más de una ocasión sintió ese pánico que siente cualquiera cuando una muchedumbre te persigue con la intención de darte una buena tunda. No lo sé. Lo cierto es que cuando Shangay Lily en su blog de Público lanzó la amenaza al que él denominó "absurdigay" sabía perfectamente de lo que estaba hablando. La crueldad, como vemos, junto con la falta total de empatía y solidaridad de este personaje hace muy dificil entender como es considerado por algunos un valor al que tener en cuenta,

Y es que Shangay Lily, viejo juguete roto de esa telemierda que en este país se sirvió durante los años 90 , de todo tipo de extravagantes personajes,  no ha sido capaz de remontar el vuelo y hacerse un hueco en el panorama artístico español, Con una película producida y dirigida por él, subvencionada por el ministerio de Cultura y nunca estrenada ( para que luego hable del dinero con que se subvenciona la Iglesia) sus actuaciones artísticas se han venido reduciendo en los últimos tiempos a un bolo al año.

El linchamiento moral al completo pueden verlo en el blog de Shangay Lily:

http://blogs.publico.es/shangaylily/2011/11/28/el-absurdigay/

Como curiosidad les dejo un video sobre este extravagante personaje durante su intervención en el acoso y agresión sufridos por chicos y chicas de la JMJ durante su estancia en Madrid.


martes, 20 de diciembre de 2011

El chiste de los pinguinos ( 2 )

Cabría objetar, al respecto de las adopciones de niños por homosexuales, que lo mismo que un padre heterosexual viudo es válido para criar a sus hijos bién puede un homosexual hacer lo mismo.

Lo mismo aplicaría a los huérfanos que son educados y criados por una tía, un tío o un abuelo . Pero no estamos en estos casos hablando de una adopción sino de la crianza de un niño por parte de parientes suyos. La sangre, por mucho que estos prebostes de la ingeniería social se empeñen, importa y mucho.

Cuando hablamos de adopción estamos tratando de procurar para un niño , no un entorno familiar válido sino el mejor entorno familiar posible. A menos , claro está, que entendamos la adopción como un derecho del adoptante ( heterosexual u homosexual) en cuyo caso habremos convertido al menor en una especie de tamagochi social para satisfacer una ideología de género a la carta totalmente disparatada. Para que nos hagamos una idea de la situación podemos imaginarnos que una plaza de auxiliar de la Administración de Justicia no se otorgará a aquellos candidatos que sean válidos para el puesto, sino al mejor o mejores candidatos, de acuerdo con los requisitos de méritos que se expongan en la convocatoria de provisión de esa plaza.

Así ocurre con los adoptantes. No sólo no han de ser adecuados, válidos, idóneos, sino ser la mejor solución para procurar al menor un entorno que satisfaga sus necesidades. Es en este punto donde yo haría un llamado al más elemental sentido común y que me expusiesen en sus comentarios en qué forma una pareja de homosexuales son o pueden ser mejores candidatos a adoptar a un menor que un matrimonio heterosexual con dos hijos de 9 y 6 años.

Les dejo, entretanto, un interesante video por cortesía de "Arguments"




El chiste de los pingüinos. ( 1 )

Es el pingüino  un ave de grácil silueta y simpáticos andares que cuanto menos llama la atención por su aparente fragilidad y simpatía. No en vano el descubridor Vasco de Gama los llamó "pajaros bobos" y esto nos da alguna pista para comprender que es en los zoológicos uno de los ejemplares más apreciados por los niños.

Tal vez por ello hayan saltado a la fama Adam y Steven, dos pingüinos macho del zoológico de Harbin que, al parecer, forman pareja "sentimental" y que desde hace unos meses traían de cabeza al personal del zoológico debido a su aficción a robar huevos a los pinguinos hembra al menor descuido. Al  principio las autoridades del zoológico no dudaron en corregir a esta simpática de pareja de pinguinos gays pero al cabo resolvieron concederles en adopción un huevo para que criasen el polluelo.

Adam y Steven se han convertido en los iconos de la cultura homosexualista del mundo entero en su lucha para conseguir una pretendida igualdad con sus semejantes heterosexuales y el mejor argumento que proveer a esa reivindicación de adoptar a niños en igualdad de condiciones que los heterosexuales.

Claro que, bien pensado, un niño no es un pingüino, ni un hamster ni un tamagochi. Rarezas de la naturaleza aparte la homosexualidad es un fenómeno marginal en la naturaleza que implica una conducta sexual desordenada pues  - no hace falta explicarlo mucho- de la unión de dos machos o de dos hembras no es posible la propagación de una especie.

Con todo hay todavía quien cree que un homosexual - solo o en compañía de otro- es de por sí y debido a su naturaleza, incapaz de criar a un niño y darle la educación, el cariño y los cuidados necesarios para asegurar su crecimiento como persona en todos los sentidos. Hay quien cree, que un niño criado por un homosexual - o por un ciento de ellos- va a ser contagiado en su condición sexual. A lo primero yo diría que no sólo un homosexual es capaz de criar a un niño sino que si me apuran también lo es un chimpancé o una loba ( vease la leyenda de Tarzán o la más clásica de Rómulo y Remo). A lo segundo no sabría decirles ya que la crianza de niños por homosexuales es una experiencia inédita en la historia de la humanidad. 

Bien es cierto que en nuestra historia podemos encontrarnos ejemplos bien documentados de sociedades permisivas con la homosexualidad y en las que las relaciones entre varones eran bien vistas pero hasta la fecha no disponemos de datos fiables sobre los resultados de esas "familias" que llamamos homosexuales. De los informes sicológicos que han conseguido aportar los líderes homosexualistas lo máximo que han conseguido son declaraciones de que nos hablan de que "no hay razones para pensar que la orientación sexual puede comprometer el desarrollo del niño". Claro que, tratandose de niños, de personas sujetas a un especial régimen de protección por parte de la sociedad habría que exigir razonablemente ciertas garantías de que no vaya a ser así. No es suficiente la ignorancia de la ciencia al respecto sino una declaración positiva que garantice la felicidad del menor.